Visita a EL ARCA

Por Laura Bardotti

Pensamiento ISTEEC #3
Publicado el 6/6/2022 - Año 1 - Junio de 2022

«Existen dos maneras de concebir el mundo. Una salvarse solo, arrojar ciegamente a los demás de la balsa y la otra, un destino de salvarse con todos, arriesgar la vida hasta el último náufrago»

Armando Tejada Gómez

Alguna vez leí esta frase y quedó grabada en algún rincón de mi memoria. Y salió a flote no hace mucho, cuando con los alumnos de 2do año (2022), de la Tecnicatura en Enología e Industrias de los Alimentos, visitamos a la Asociación Civil «El Arca».

Llegamos a ellos por causalidad y no casualidad: ya quedaban pocos días de cosecha de tomate para industria, no lográbamos acceder a empresas y justo me llega a mi celular un mensaje de esta asociación y sus ofertas de productos: bolsones de frutas, verduras, huevos, distintas conservas… Conocía a esta asociación por su trabajo social, ya que, primeramente, con el grupo de productores al cual asesoro en Normas de Comercio Justo, los habíamos contratado como servicio de desayuno en una capacitación. Posteriormente, al recibir un subsidio para alimentos, los había contactado y nos proveyeron frutas y verduras de excelente calidad, precio muy competitivo, facturación y flete… Al recibir ese aviso, decidí que «por algo me llegaba ese día» y me contacté como docente del ISTEEC, que quería conocer las instalaciones y el proceso… Viernes, media mañana, muchos ya terminaron la semana laboral… pero gratamente me respondieron muy rápido, dando su consentimiento a la visita pero aclarándonos que debíamos movernos con prisa, porque solo quedaban 3 días de fabricación de salsa tipo filleto.

Contacté a los alumnos y a las autoridades del ISTEEC -a las que agradezco la velocidad con que la Secretaria de Extensión nos organizó con los papeles necesarios-.

Llegó el miércoles, y nosotros a la sede de «El Arca», en pleno Oeste de la ciudad de Mendoza. Nos recibió muy amablemente Alejandra Acevedo, nos relató la historia de la asociación y nos presentó a Silvia, la encargada del proceso.

Y «entramos Al Arca». Conocimos el proceso, desde el lavado y pelado manual del tomate, la confección del «frito», tiempos de cocción, agregados, medición de pH. Detalles de maquinarias muy sencillas, ya que la elaboración es casi artesanal, pero cuenta con moledoras -una de ellas adaptada con un pequeño motor- ollas de gran capacidad con mecheros de gas y el sector de guarda.
Compran el tomate a pequeños agricultores, y para esto cuentan con el apoyo y adelanto económico de dos importantes consumidores, para poder -a su vez- adelantar efectivo a sus proveedores.

Lo más importante, nos explicó Alejandra, es cumplir en tiempo y forma con nuestros compromisos, que requieren calidad y cantidad… sin ellos, no podemos organizar la cadena de «productores y consumidores». Cadena que -más que cadena- es realmente un arca, donde se salvan varias familias.

Familias representadas en ese sitio de producción, casi exclusivamente por mujeres, que trabajan en conjunto y realmente como equipo, «todas hacemos de todo, pero con organización» nos explicó la encargada. Familias que entienden trabajando, el compromiso, el cumplir horarios, el respetar la palabra…Familias que tienen un ingreso digno, y además, en este caso, mujeres que se sienten valoradas y útiles, que pueden aportar a su golpeada economía familiar.

Hicimos algunas preguntas técnicas, consultamos si habían tenido alguna vez un reclamo, con la idea de que los alumnos pudieron identificar donde se originó. Una vez hallado esto, con la guía de Silvia, nos conmovió escuchar que, para salvar esa situación puntual, todas las trabajadoras y también parte de las familias volvieron, a costo de ellos, a salvar un trabajo entre todos.

Pudimos ver la escala de esa pequeña industria, los alumnos entendieron que, teniendo los cuidados técnicos, el recurso humano y el recurso monetario, se puede organizar un pequeño emprendimiento. Pero, creo, que lo más enriquecedor, fue que pudieran entender que existen dos formas de concebir el mundo.

En cuál de ellas nos paramos, es decisión nuestra.•