Ciclo de entrevistas: ALEJANDRA PÁRRAGA

«Transformar» fue la palabra que eligió la Regente del ISTEEC para definir el rumbo de su gestión
Redacción Pensamiento ISTEEC

Pensamiento ISTEEC #3
Publicado el 6/6/2022 - Año 1 - Junio de 2022

Tiene a su cargo todos los aspectos técnicos, pedagógicos y científicos que se desarrollen en el Instituto. Conocemos a la persona detrás del cargo.

-¿Qué edad tiene?
¿Te lo tengo que decir? (risas). Cumplí medio siglo, tengo 50 años.

-¿Tiene familia?
Tengo tres hijos. Sofi, Gastón e Imanol.

-¿Profesión?
Soy Licenciada en Psicopedagogía.

-¿Por qué eligió estudiar esa carrera?
Empecé la carrera de psicología y no me gustó el formato que plateaba la universidad. No me terminaba de cerrar porque a mi me gustaba dar clases, enseñar. Mi colegio secundario era con formación en docencia. Me gustaba realmente estar con niños y dar clases pero no quería estar frente al aula digamos. Me gustaba el tema de la docencia pero no ser «maestra» así que busqué entre la oferta educativa y encontré la psicopedagogía que era la conjunción de la psicología pero bien centrada en la docencia.
Vengo de familia de docentes. Mi padre lo era y todos mis hermanos son docentes. Mi papá era profesor de ética de la escuela de cadetes de la policía.

-¿Cuánto tiempo hace que trabaja en el ISTEEC?
Empecé en el 2014. Ya van 8 años de eso.

-¿Cuál debería ser el fin último de la tarea docente?
Tiene que ver con la formación y la transformación de las personas. La docencia es esencialmente transformación. Aprender produce en nosotros cambios estructurales y ese debería ser el fin último. Es un cambio interno que produce una metamorfosis en las personas que estudian.

-¿A quién admira?
A Martin Luther King. Por sus valores, por sus luchas y por los cambios. También porque soy una amante de la libertad.

-¿Cómo encontró el Instituto al momento de asumir su cargo?
Me dio mucha esperanza que estuviera Hugo y Jimena en la gestión. Yo venía trabajando desde la Formación Inicial, que era el cargo que ocupaba antes, con Hugo y a Jimena la conocía como coordinadora de Enología. Me dio mucha pila el poder trabajar con ellos por su mirada. Por los cambios que se proponían.
Mirando desde el FODA, lo encontré muy tirado para abajo en algunas cosas, pero con una energía nueva de personas que proponían salir adelante.
Veníamos de dos años de no encontrarnos. Había que reconstruir todo el deterioro que nos dejó la pandemia con propuestas de bimodalidad.

-¿Cuáles son los ejes sobre los que se centra su gestión?
Básicamente propongo una gestión abierta, donde se pueda escuchar desde los estudiantes hasta los docentes. Existieron regencias anteriores que eran como muy cerradas, no se conocía la labor del regente.
Mi propuesta es escuchar y poder resolver situaciones problemáticas. Esto era una de la cosas que no se hacía. Te podían escuchar pero no se resolvía nada. Esa es la diferencia que marca este equipo de gestión y creo que esta regencia también: que es resolutiva.

-¿Qué necesidades del Instituto considera urgentes y cuáles importantes?
El ISTEEC tiene 35 años de trayectoria. Es un Instituto muy bien parado, pero me parece importante seguir trabajando para que salga a la luz, para que se conozca. Tiene una oferta educativa muy buena, me parece que hay que trabajar mucho más en la inserción del Instituto en el medio.
Urgente me parece que es consolidar este equipo de gestión con las coordinaciones de carrera.
En apenas cinco meses de gestión plena y presencial -no contabilicemos el aislamiento- hemos hecho mucho más que otros que ocuparon nuestro lugar.

-¿Qué importancia tiene la perspectiva de género y de diversidad en su gestión?
Primeramente, es muy importante la información. Saber bien qué es el tema de género.
En la gestión es muy importante. Tanto Jimena como yo queremos formar una comisión de mujeres y géneros dentro del Instituto.
Si bien es cierto que hay una asamblea de mujeres, queremos institucionalizar ese espacio. Ambas creemos que es un tema que todavía está dormido. Si bien hay gente trabajando, está dormido.

-¿Es más difícil ejercer su cargo por su condición de mujer?
Sí, sí y sí. Sobre todo cuando tenés niños chicos. Todavía está latente el patriarcado en esto de que si te quedás embarazada ya no vas a rendir de la misma manera. Que si se te enferma el niño no vas a venir a trabajar. Es un peso y una responsabilidad.
Es hasta doloroso a veces, dejás a tu hijo con fiebre y te vas a trabajar muy preocupada. Las tareas de cuidado pesan siempre sobre nosotras.
Hay un prejuicio hacia nosotras de que somos blanditas, sin carácter. Y en realidad están confundiendo empatía, inteligencia emocional con debilidad.

-¿Qué ventajas reconoce en el ISTEEC sobre otros institutos?
El nivel profesional que tiene el ISTEEC es muy bueno, es de excelencia. Eso marca una diferencia enorme.
Por otro lado, el ISTEEC es una gran familia. Acá venís a trabajar contento, te saluda todo el mundo. Esta institución es profundamente humana.
Tratan a los alumnos por su nombre de pila, todos los coordinadores saben la historia biográfica de los chicos.
Eso marca una diferencia enorme con el resto de los institutos.

-¿Cómo le gustaría que fuera recordada su gestión?
Me encantaría dejar huella y que me recuerden como resolutiva. Se trajo una situación problemática y rápidamente se resolvió. O al menos gestionó para que esto se resolviera.

-¿Cómo se imagina al ISTEEC dentro de diez años?
Me gustaría que estuviéramos entre los mejores institutos de Latinoamérica.

-¿Le gustaría agregar algo que no le haya preguntado?
Sí. Estuve pensando mucho en cuál sería LA palabra con la que me identifico. Y creo que es «metamorfosis». A veces hasta te morís en vida y te transformás en otra cosa mejor. Como una mariposa.

-Muchas gracias por su tiempo, Alejandra.
Gracias a vos.•